¿Qué diferencia hay entre una ayuda y una subvención?
Los términos “subvención” y “ayuda” suelen ser sinónimos para la mayoría de la gente. Sin embargo, se debe aclarar que entre uno y otro concepto existe una serie de diferencias legales a tener en cuenta para evitar confusiones. Es por esto que se ofrecen a continuación los rasgos fundamentales que definen a una y otra categoría de prestación monetaria.
¿Qué es una subvención pública?
La subvención es la entrega de dinero, bienes o servicios que realiza una administración pública a un particular, bien sea una persona física o jurídica. Esta entrega está exenta de la obligación de reembolso o devolución. Su función es promover actividades calificadas de “interés público” o en situaciones de interés social. Tienen un carácter de intervención por parte de las administraciones, sobre todo pensando en el desarrollo de I+D+i, incorporación de nuevas tecnologías o nuevos tipos de producción. Se trata de una herramienta del sector público para responder a demandas sociales y económicas por parte de la ciudadanía.
Los tipos de subvención, siguiendo el apartado anterior, son: subvención directa en efectivo (cuando el organismo público paga dinero a la empresa). Una subvención indirecta en especie es cuando el organismo público aporta recursos materiales o humanos a las empresas, autónomos y particulares, como por ejemplo, para la rehabilitación o reforma de una vivienda o edificio
Aunque la subvención no sea reembolsable, entre el beneficiario y la Administración se crea un vínculo jurídico por el cual, el primero adquiere el derecho a recibir el monto de dinero o bienes incluidos en la prestación, siempre que se cumplan las condiciones legales inherentes a la subvención. Esto obliga al beneficiario a llevar a cabo todas las actividades para las cuales se le entrega la subvención.
A la Administración se le precisa entregar al beneficiario el total de la prestación. Sin embargo, los poderes públicos se reservan una serie de acciones. Fiscalizar e inspeccionar la actividad subvencionada. Puede revocar la subvención en caso de que el o la beneficiaria no cumpla con los objetivos marcados, esto incluso puede llevar a sanción disciplinaria por infracción. Una subvención es una aportación de tipo económico recibida por una empresa, autónomo o particular desde un organismo público, la cual no se le debe reembolsar y tiene un propósito específico. Entre esos propósitos está la innovación, promover competitividad o impedir el aumento del paro.
Son varios los sectores que pueden recibir subvenciones por parte de la Administración. Desde la cultura (creación cinematográfica), la ciencia, la educación, el desarrollo de nuevas tecnologías en todas sus variantes, la cooperación y muchas más.
¿Qué es una ayuda pública?
Aquí entramos en un terreno donde debemos pisar con cuidado. Si bien estamos buscando las diferencias entre “subvención” y “ayuda”, debemos tener en cuenta que la ley reconoce el término “ayuda pública” como “subvención”. Esto se puede comprobar en la Ley General de Subvenciones.
Dicho lo primero, si nos quedamos únicamente con el concepto “ayuda” estaríamos hablando de inyecciones de capital monetario o intervenciones financieras que, usando diferentes nombres y fórmulas de aplicación, pretenden aliviar el peso de cargas como deudas, intereses atrasados, peligro de quiebra de una empresa u otro tipo de entidad. En definitiva, se quiere evitar el desplome económico de personas jurídicas o físicas que se encuentran en un momento difícil para afrontar diferentes contingencias. En esencia se parece a la subvención, solo que en este caso pueden intervenir actores privados y públicos.
Dentro de la UE los estados no pueden prestar ayudas concretas tal como se definen en el párrafo anterior. Esto se debe a que se las considera incompatibles con el Mercado Común o mercado interno de la UE, pues se estaría favoreciendo a empresas o a producciones internas para “falsear o amenazar con falsear la competencia” con otros estados.
Las ayudas, tal como se han descrito, solo se pueden aplicar basándose en intereses comunitarios y en situaciones económicas difíciles para estados miembros de la UE. Esto permite crear líneas de ayudas, o “programas”, administradas desde las diferentes administraciones y que tienen como destinatarios, empresas radicadas en los territorios de los países que pidan un tipo de actuación así.
Un tipo de ayuda a empresas o particulares es el préstamo. A diferencia de la subvención, sí que debes devolverlo y para ello se establece un tipo de interés blando, y unos plazos de devolución. Para asegurarse y garantizar su devolución, los prestamistas (entidades públicas o privadas) pedirán garantías, o avales.
Deducciones fiscales
Cualquier tipo de ayuda directa o subvención debe tributar. No obstante, hay algunas ayudas directas donde se establece explícitamente que están exentas de pago. La no declaración de estas ayudas conlleva sanciones por parte de Hacienda.
Tanto ayudas directas como subvenciones pueden tributar como rendimientos de trabajo, y en caso de cualquier tipo de financiación que se haya obtenido, solo se tienen en cuenta los intereses. En este caso es muy importante contar con una buena asesoría legal y tributaria para poder llevar al día los pagos.
Finalmente, dependiendo de la comunidad autónoma, dónde se desarrolle la actividad económica, se ha de examinar cuál es el tipo de tributación que tienen ayudas y subvenciones, pues pueden variar notablemente de un territorio a otro.
Recuerda que los fondos destinados a estos programas de ayudas y subvenciones pueden variar de acuerdo a los objetivos y disponibilidad, suelen tener unos plazos y requisitos específicos que se deben aplicar. Y para gestionarlo todo, nuestro equipo de expertos puede ayudarte. No dudes en ponerte en contacto con nosotros si necesitas ayuda a la hora de solicitar una ayuda o una subvención.